lunes, 9 de mayo de 2011

Kant, un pensador ilustrado


La ilustración fue un movimiento histórico, filosófico y político iniciado a principios del siglo XVIII, también conocido como el Siglo de las Luces. El pensamiento ilustrado repercutió notablemente sobre la alta burguesía, que pretendía hacerse con el poder político. Además, se pretendía luchar contra la injusticia, libertad frente a la opresión de la época y sus tradiciones, con el fin de permitir avanzar al ser humano respecto al conocimiento, basándose en la razón humana.
Todo ello se vino formando como consecuencia de los avances de la ciencia y las matemáticas, más concretamente, a partir de la revolución científica, vinculada también a la revolución industrial. Esta nueva ideología consideraba posible y de máxima necesidad lograr un progreso que permitiese cambiar el mundo, atacando las creencias religiosas y siendo a la vez contraria a los métodos filosóficos de la metafísica dogmática.
El empirismo de J. Locke inspiró en gran medida a las mentes ilustradas, participando en lo que posteriormente constituiría ese deseo de cambio y progreso basado en la razón que pretendía llevas la justicia y la felicidad a la época. Según Kant, la ilustración consiste en un proceso moral, en el cual la razón, como facultad humana de razonar, y la experiencia son las bases necesarias para lograr dichos cambios, obteniendo así un conocimiento verdadero.
Del mismo modo que la experiencia supone el aporte de luz necesario para conducir hacia la verdad, los Ilustrados, en cambio negaban que pudieran existir las ideas innatas, y para ellos su pensamiento quedaba respaldado, además del empirismo de Locke, a través de la Física newtoniana, que aportaba su propia luz a partir de las explicaciones sobre el mundo físico y natural.
Destaca por tanto la razón humana, presente en el proceso de todos los éxitos científicos que iban apareciendo y que concernían naturalmente al ser humano en su vida cotidiana, su cultura y su libertad. Comenzaba a verse posible que la razón humana fuese el medio más eficaz para alcanzar conocimientos y así lograr la libertad en la vida de los hombres y un mundo justo y, por tanto, todos estos ideales se manifestaban mediante la crítica, opuestos a los ideales del pasado.
Destaca en las obras de Kant el valor de la razón humana como único medio válido de alcanzar la verdad, poniendo en juicio todo lo que se refería a la sociedad en la época: religión, política, moral, libertades y derechos. Sin embargo, existía una clara diferencia entre el pensamiento de la Ilustración y el de Kant. Esta consistía en la concepción de la Metafísica, sobre la cual, a diferencia de los ilustrados, Kant no atacó a la fe ni a las creencias, puesto que en ello se basa la moral del ser humano.

viernes, 11 de marzo de 2011

jueves, 10 de febrero de 2011

ACTUALIZACIÓN DE DESCARTES

Vamos a realizar una redacción cuyo tema trata sobre “la discusión sobre el método científico”, en la que vamos a relacionar a Descartes, filósofo que vivió en el siglo XVII, con el método que se utilizaba en su época y la postura que este tenía sobre el mismo. Este escrito tiene como finalidad contextualizar al autor entre los diferentes métodos que había en su tiempo y las ideas que aportó para llegar a una conclusión, que sería conocida posteriormente en su libro El Discurso del Método.

En la reflexión, Descartes compara su idea frente a las teorías más, la teoría inductiva de Bacon y la teoría resolutiva-compositiva de Galileo, ambas existentes mientras René promulgaba su teoría deductiva.

Por una parte Bacon defendía un método basado principalmente en las experiencias empíricas pero no como mera recopilación de datos sino como punto de partida para seleccionar, comparar e inspeccionar a través de la mente; criticaba tanto a los empiristas de la época como a los racionalistas. Aún así, el papel de Bacon fue, sobretodo, empirista y con poca repercusión para la ciencia, pues Bacon o bien desconocía u omitía la importancia de las matemáticas en la revolución científica que se estaba llevando a cabo.

Contrariamente, Galileo resaltaba el aspecto racional de la ciencia a través de esquemas matemáticos en un método que constaba de tres partes:
• Una primera, en la que eliminamos todos los factores que no sean cuantificables y sólo considerando los que sean susceptibles de medición matemática.
• Una segunda en la que se hace una composición, donde se relacionan los fenómenos estudiados a través de relaciones matemáticas, para deducir consecuencias supuestamente válidas.
• En tercer lugar, se lleva a cabo una confirmación de estos resultados en la realidad a través de experimentos; si estos resultados son corroborados, serán, pues, leyes.
Cabe decir que Galileo Galilei no era un experimentalista sino que defendía una experimentación como verificación de unas hipótesis anteriormente expuestas a estas afirmaciones.

A Descartes se le puede incluir dentro de lo que se definiría como las ideas galileanas, con un fuerte convencimiento de que la realidad ha de ser demostrada a través de las matemáticas dando así a sus pensamientos un fuerte carácter racional, en el que intentara instaurar las matemáticas como modelo general del saber; aunque a los demás racionalistas, entre ellos Galileo, les criticaría por una matematización demasiado particular sin centrarse jamás en el origen de aquello que están investigando. Puesto que realizar una teoría sobre un hecho que realmente se desconoce no es sino teorizar en vano y sin sentido.
El filósofo busca un método en el que las leyes sean verdades comprobadas, por las que los individuos con buen sentido no necesiten sino aumentar su ciencia, llegando a un conocimiento verdadero. Esto supone una mentalidad de escepticismo metódico y llegar al conocimiento indudable y verdadero de todas las cosas; así pues el método se apoya en la intuición y deducción proporcionando certeza y conduce a la sabiduría sin esfuerzos.

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